domingo, 20 de enero de 2013

7.- Evolución poética.




                                                                                                                                                                      
''UNO NO ESCRIBE IGUAL EN LOS DIFERENTES MOMENTOS
DE SU VIDA, IGUAL QUE UNO NO ESCRIBE POR LAS MISMAS RAZONES''

Los poemas de Gil de Biedma evolucionan desde el mundo de la infancia y de la adolescencia (''Infancia y confesiones'',''Arte poética'' o ''Idilio en el café''), de una crónica desencantada de la vida burguesa, amarga, burlona y nostálgica (''Barcelona ja no es bona''), pasando por una etapa donde lo íntimo acaba por dominar y la amistad inspira poemas entrañables (''En el nombre de hoy'',''Después de la noticia de su muerte''), el amor muestra su cara erótica (''Albada''), amores furtivos y amores sublimes (''Canción de aniversario'', ''Pandémica y Celeste'') y donde el paso del tiempo (''No volveré a ser joven'') y  el desgaste vital da paso al desencanto (''Contra Jaime Gil de Biedma'' o ''Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma''):
        
                          ''Al fin y al cabo, un libro de poemas no viene a ser otra cosa que la historia 
                          de un hombre que es su autor,...''.


Poeta y personaje: nacimiento, identificación y muerte.

La poesía de Gil de Biedma es el resultado de la invención de una identidad, el hombre convertido en sus palabras, para ello el hombre crea su propia identidad, la desarrolla y se identifica con ella y al final es el propio poeta quien mata a su personaje creado.
Así, por el año 1956, en la obra del poeta encontramos los indicios de la imaginación de la propia identidad, según el propio poeta en ''Idilio en el café'' se encuentra el germen de lo que más tarde vendría a ser el personaje de Jaime Gil de Biedma.
Gil de Biedma estaba convencido de que el arte de escribir poesía era algo que se podría llegar a dominar por medio de la reflexión y el estudio. Para él la experiencia no es la enumeración de algo que le haya pasado al poeta en tal o cual momento de su vida, la experiencia es algo que el mismo poema crea, una experiencia que consiste en el esfuerzo del poeta por descubrirle una significación, tiene entonces que distanciarse de ella, mirarla como una figura ajena a la que ir modelando como si de la invención de un personaje, novelesco o teatral se tratase, y una consecuencia de ello es la ironía con que se expresa.
Compañeros de viaje narra la histoia de un despertar, la amistad es un tema que destaca en sus poemas
en contraste con la soledad de su adolescencia; no es poesía social, aún compartiendo las inquietudes políticas y sociales de los poetas precedentes, es una crónica desecantada de la vida burguesa, amarga burlona y nostálgica y los diversos intentos que el poeta recorre para llegar a decir lo que realmente se propone, por adquirir el tono adecuado.
La infancia y el resentimiento social contra la clase burguesa en que nació es uno de los temas que trata nuestro autor y podemos encontrarlo en  varios de sus poemas: ''Infancia y confesiones'' de Compañeros de viaje (1959), ''Intento formular mi experiencia de la guerra'' (Moralidades) o ''Barcelona Ja no es Bona'' de Moralidades (1966).
Jaime Gil de Biedma nace en 1929 en Barcelona en el seno de una familia castellana de la alta burguesía, de ideología monárquica y consevadora. Durante los años de la guerra, los Gil de Biedma dejan la casa condal para trasladarse a su casa de campo en La Nava de la Asunción (Segovia) y esos años vividos en los parajes castellanos aparecen reflejados e idealizados en su obra; como niño vive esta etapa de su vida aislado de dificultades y penurias y esto es lo que provoca en el yo adulto su necesidad de justificación, presenta por un lado la visión de una etapa feliz e idílica y por otro el engaño de haber vivido en un ambiente de irrealidad y ese contraste hará que el empleo de la ironía e incluso el sarcasmo desempeñe un papel esencial en sus escritos sobre la infancia.
En ''Infancia y Confesiones'' habla el sujeto lírico en primera persona, un ''yo'' que deja claro la expresión de la intimidad, de la interioridad, haciéndolo además en un tono en que se unen confesión y meditación. El poema es claro desde el título, desde la madurez recuerda sus años infantiles. Pero la rememoración de la niñez no viene dada sólo por la melancolía de un pasado feliz que contrasta con la realidad presente, sino por la mala conciencia de haber pasado este periodo traumático para la historia de España en la ignorancia.
En la estrofa final aparecen dos rasgos de la personalidad adulta del sujeto poético ''La costumbre de dar calor'' y la imposible ''propensión al mito'' (''el mito es una especie de abreviatura universal de la experiencia; una explicación de lo que somos en términos de lo que no hemos sido y ya no seremos nunca .A los cuarenta años puede verse'', Gil de Biedma).
''Intento formular mi experiencia de la guerra'' va más allá todavía y desde el plano confesional el autor admite: ''fueron posiblemente los años más felices de mi vida'', es el testimonio de una infancia durante la guerra de una familia acomodada, al igual que les sucedió a otros compañeros de generación.
La vergüenza y la mala conciencia no son sentimientos exclusivos del poeta, así se puede apreciar en la dedicatoria final del poema ''En el nombre de hoy'' de Moralidades (1966), donde Gil de Biedma apela a sus ''compañeros de viaje'' y donde también se advierte una crítica a la sociedad burguesa (''los señoritos de nacimiento'').
Ese resentimiento de clase, de los modos de vida de un sector de la población durante la guerra civil se afianza en ''Barcelona ja no es bona'' (este resentimiento / contra la clase en que nací), que aunque no es un poema de infancia propiamente dicho evoca la imagen de su madre embarazada de él.
La identificación del poeta y el poema, o lo que es lo mismo, el poeta convertido en sus palabras se da algunos años más tarde, el personaje que se estaba urdiendo desde 1956 se incorpora lentamente en el poeta y se elimina la distancia entre el poeta y el personaje poético. El poeta se identifica con su personaje en ''Ribera de los alisos'' y en ''Pandémica y Celeste''. Asume la realidad de su propia extracción social y a la vez la critica como en ''Barcelona ja no és bona'', reflexiona acerca de las contradicciones mismas del deseo ,en ''Canción de aniversario'' con una indiferencia absoluta hacia los sentimientos convencionales, al evocar ''las vergonzosas noches del amor sin deseo / y de deseo sin amor, / que ni en seis siglos de dormir a solas / las pagaríamos''; en ''Albada'' resalta el pretexto que el deseo ofrece para escapar del aburrimiento de la rutina cotidiana y en poemas como ''Mañana de ayer, de hoy'' ofrece evocaciones, muy breves y muy intensas del momento vivido, ilustrando la dificultad de mantener cualquier relación amorosa a lo largo del tiempo porque el tiempo siempre se ocupa de transformar al ser amado. Asistimos a un conflicto entre la abundancia de relaciones amoroso-eróticas y la necesidad del poeta que busca el dulce amor; su identificación total llega con ''Pandémica y Celeste'', una de sus grandes piezas en la que escribe ''Para saber de amor, para aprenderle, / haber estado solo es necesario. Y es necesario en cuatrocientas noches-con cuatrocientos cuerpos diferentes- / haber hecho el amor. Que sus misterios / como dijo el poeta son del alma, / pero un cuerpo es el libro en que se leen'', el autor se refleja en su poema y encontramos un amor que tiene dos caras: la primera Pandémica, amor furtivo y corporal y la segunda Celeste, amor etéreo y sublime, sufre el enfrentamiento entre la historia amoroso-erótica y su propia conciencia, duda entre aceptarse y juzgarse, de ahí la tendencia de hablar consigo mismo, con sus ''yo'', como una forma de hablar con los otros.
El tema del amor tiene un papel  decisivo en su obra y así lo reconoce ya en ''En el nombre de hoy'', en que refiriéndose al amor afirma ''para tí sol de los días / y noches,maravilloso / gran premio de mi vida''; pero para profundizar en la naturaleza y género de ese amor es imprescindible entender su poema ''Pandémica y Celeste'' en el que desarrolla su teoría amorosa, el título se refiere a las dos Afroditas que Platón menciona
en El Banquete, Pandémica diosa del amor erótico y Celeste diosa del amor espiritual. Gil de Biedma intenta conciliar las dos, fidelidad-promiscuidad, amor platónico-amor físico, en su propia concepción del amor y lo aclara en la segunda estrofa: ''Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo / quien me tira del cuerpo hacia otros cuerpos / a ser posible jóvenes / yo persigo también el dulce amor'', pero para llegar a él ''es necesario en cuatrocientas noches-con cuatrocientos cuerpos diferentes- / haber hecho el amor'',así el dulce amor tiene también un alto componente sexual.
Un ejemplo de ese dulce amor lo localizamos también en ''Idilio en el café'' donde junto a la temporalidad de la existencia (''Ahora me pregunto si es que toda la vida / hemos estado aquí'') y personas que parecen de mentira (''hombres en pijama'',''rostros vagos'') el sujeto poético se siente vivo (''nosotros vivientes''), y el amor ocupa un lugar superior por encima de la mediocre vaguedad del mundo (''Queda espacio arriba, más arriba, mucho más que las luces / que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados'').
En otras composiciones en que está presente ese dulce amor ''Canción de aniversario'' las referencias eróticas son inevitables (''Que la mañana plena / se nos vaya en hacer otra vez el amor'') y en el que pretende justificar el momento del sexto aniversario con una aceptación del amor eterno, ideal en el que ha perdido la fe, pero se engaña conscientemente por unos momentos (''Pero un poco de sueño, no más, un si es no es / por esta vez, callándonos / el resto de la historia, y un instante / -mientras tu y yo nos deseamos /feliz y larga vida en común-, estoy seguro / que no puede hacer daño'').
Por otra parte están aquellos poemas en que la Afrodita Pandémica es la reina de la sensualidad, ''Días de Pagsanjan'' evoca un recuerdo que aún perdura, una escena amorosa como un sueño inmortal (''como los sueños, más allá de la idea del tiempo, / hechos sueño, de sueño os llevo, / días de Pagsanjan), ''el calor'', ''la espesura'', el río, simbólicamente en forma de serpiente, incitante al pecado y que invita a introducirse en las frescas aguas, los amantes ''relucientes'', ''mojados'', todo contribuye a ese exotismo sensual y concluye con una referencia corporal ''los cuerpos de los dos'', algo que se venía sugiriendo a lo largo de todo el poema.
En otros poemas las referencias al amor físico conllevan también un cambio de ambientación en el que la noche, el alcohol o los prostíbulos cobran protagonismo es el caso de ''Loca'' donde el conflicto amoroso se muestra con un alto contenido sexual, y este mismo ambiente lo vemos tambíen en poemas como ''Contra Jaime Gilde Biedma'' (''Te acompañan las barras de los bares / últimos de la noche, los chulos, las floristas, las calles muertas de la madrugada / y los ascensores de luz amarilla / cuando llegas, borracho.''), es una ambientación nocturna, deprimida, donde predomina la promiscuidad y el erotismo.
De este intimismo que domina su obra, de esta identificación total con su personaje pasamos a su destrucción y a su muerte. El autor al acercarse a los cuarenta años y darse cuenta que no iba a ser etenamente joven sufre una crisis de madurez que se refleja en sus composiciones, la mortalidad muestra su cara inevitable y la crisis vital se extiende con el poema ''Contra Jaime Gil de Biedma'' para acabar con ''Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma'' donde el autor mata a su personaje poético (hablamos de los años 1965-66).
En ''Contra JaimeGil de Biedma'' intenta separarse de su personaje increpándole y reprochándole el pasado,( ...cuando llegas, borracho, / y te paras a verte en el espejo / la cara destruida, / con ojos todavía violentos / que no quieres cerrar. Y si te increpo / te ríes, / me recuerdas el pasado / y dices que envejezco...) inventada una identidad vuelve sobre ella, duda entre reconocerse y aceptarse, para darse cuenta luego que personaje y poeta viven en el mismo cuerpo, teniendo lugar un apasionante juego de mentiras, desdoblamientos y reflejos mutuos, ambos personajes, increpante e increpado se muestran en una relación de amor-odio, de la conciencia del que habla, del poeta (A duras penas te llevaré a la cama, / como quien va al infierno / para dormir contigo. / Muriendo a cada paso de impotencia, / tropezando con muebles / a tientas cruzaremos el piso / torpemente abrazados, vacilando / de alcohol y de sollozos reprimidos, / Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, / y la más innoble / que es amarse así mismo!).
En ''Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma'' otra vez dos personas se citan en el interior del poema y una vez identificados, personaje y poeta apuestan por su salvación tras la clara conciencia de lo que han perdido (Yo me salvé escribiendo / después de la muerte de Jaime Gil de Biedma, / de los dos, eras tú quien mejor escribía. / Ahora sé hasta que punto tuyos eran / el deseo de ensueño y la ironía / la sordina romántica que late en los poemas / míos que yo prefiero, por ejemplo en Pandémica..., / A veces me pregunto / como será sin ti mi poesía. / Acaso fui yo quien te enseñó / Quien te enseñó a vengarte de mis sueños, / por cobardía, corrompiéndolos./), el poeta mata a su personaje y el hombre reacciona ''como si hubiese sido un hecho cierto'', para que el hombre viviera tuvo que darse la muerte de su personaje poético. Parece que la decisión de redactar este poema fue resultado directo de la depresión en que el poeta se había sumergido. Angustiado por la idea de que podía incluso llegar a suicidarse, el poeta decidió que una forma de quitarse este miedo de encima consistía en escribir como si efectivamente se hubiese muerto. La muerte del personaje explica el título de esta colección Poemas póstumos.
A partir de aquí escribe mucho menos y de manera esporádica.
Posteriormente a partir de 1967 Gil de Biedma escribe, entre otros pocos poemas ''No volveré a ser joven'', el paso de los años exige un ajuste de su vida, tanto para el autor como para su personaje, en este poema nos muestra el reconocimiento de la falsedad de la vida ilusoria y una aceptación de la realidad. En la juventud siempre se espera la gloria de los años adultos y la expectación de ''marcharme entre aplausos'', pero con la madurez viene una  realización de la seriedad de la vida. Con el tiempo lo ilusorio se convierte en ''la verdad'', el ''envejecer'', '' morir'' que sólo aparecía como ''dimensiones del teatro'' o realidades ficticias vienen a ser ''el único argumento de la obra''.
Si la muerte del personaje ayuda al poeta a liberarse de su angustia también le crea un problema, ¿cómo escribir en adelante?, el autor resuelve imaginarse como un hombre ya viejo y a este impulso corresponden  ''De senectute'' o ''De vita beata''.
''De senectute'' expresa ya en el primer verso el sentimiento de estar viviendo después de su tiempo ''No es el mío este tiempo''. Aunque se identifica con el sonido del ''latir de pájaros / afuera en el jardín'' el significado de ello ''no dice ya lo mismo''. La llegada de la mañana, ''Me despierto'', no trae la gloria de un nuevo día sino un gran temor ''es que amanece''. Sus años avanzados le encuentran sin ''ni un momento feliz. Ni un arrepentimiento'', el poeta tiene que apelar a Dios para lograr ''la force'' y el ''courage'' de continuar. Se repite el epígrafe que sirve como eje del poema ''Ya  nada temo más que mis cuidados'', es el temor de sus cuidados lo que define sus días  y los marca en contraste con el fervor de sus días juveniles. El verso final resume la desesperación de su estado ''De la vida me acuerdo pero dónde está''.
Su poesía vino a cubrir una necesidad de equilibrio interno, una vez el poeta se convierte en el personaje por él creado, debido a que no requiere ya de imaginación para inventarse, deja de tener interés el ejercicio de la poesía, al mismo tiempo que se da cuenta de que la invención del personaje no sirve para nada en cuanto a aprecio y estima de sí mismo, el poeta perdida la fe en la poesía como actividad que ayuda a uno a construirse y a llegar a ser da muerte al personaje para sobrevivir como hombre despojado de toda literatura.

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